Relacionistas Públicos

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martes, 31 de mayo de 2011

Aplicación de la Web 2.0 en entornos corporativos

8 abr

Hoy en día, se escucha frecuentemente el término Web 2.0, pero hay muchas empresas que no saben exactamente qué significa ni si se trata de un fenómeno que pueden adaptar a sus modelos de negocios.
Por esta razón, la Asociación Nacional de Empresas de Internet (ANEI) y la Comunidad de Madrid han creado el primer manual de habla hispana sobre la aplicación de las herramientas Web 2.0 en el entorno corporativo.
Concretamente, el trabajo lleva por título “Web 2.0 y Empresa. Manual de aplicación en entornos corporativos” y sigue la línea editorial de ANEI, que desde hace ya más de cuatro años, contando con la ayuda de sus empresas asociadas, está elaborando una base documental de apoyo para las pequeñas y medianas empresas, con el fin de acercar las novedades del mundo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) a los empresarios.
En la Introducción del manual se ofrecen doce propuestas para animar a los empresarios a incorporar las nuevas tecnologías sociales en sus organizaciones:
- Formación, formación, formación
- Plan “Renove” de los sitios web
- Mejorar la visibilidad del contenido en la Red
- Inversión en medios digitales
- Escuchar la Web
- Determinar quién es quién en la Red
- Determinar Redes Sociales más idóneas
- Determinar la actuación de su empresa en las redes profesionales
- Uso de vídeos y podcasting
- Conocer el comportamiento de los usuarios en su web
- Participar en la blogosfera
- Definir posibles futuros modelos de negocio
Además, a lo largo del manual, las empresas pueden informarse sobre las distintas aplicaciones posibles de la Web 2.0 en el mundo de los negocios: diseño web, comunicación corporativa, medios digitales, e-learning, administración pública, redes sociales profesionales, publicidad online…
Cada uno de estos temas ha sido redactado, desinteresadamente, por una empresa especializada en el sector: Grupo DosDoce de Comunicación, Centro de Estudios Financieros (CEF), DcorporateCom, Elogia Media, HACCE Soluciones TIC, Magnoliart SCom, Net2u, Networking Interactivo y la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

domingo, 29 de mayo de 2011

Presencia, autopresencia e imagen

Presencia, autopresencia e imagen

Por Mónica Jiménez

La comunicación corporativa: presencia, autorepresentación e imagen
1. Cereales, plagios y luces de colores: el nacimiento de la comunicación corporativa
En la primavera del año 1906 la ciudad de Nueva York quedó iluminada con lo que con el paso de los años se convertiría en una de la formas de publicidad con mayor presencia en todo el mundo: el primer rótulo luminoso en movimiento.
Los sorprendidos viandantes que aquel atardecer llenaban Times Square, se rindieron a la fascinación de las letras multicolores que aparecían y desaparecían de forma intermitente y a la vez acompasada, reproduciendo una frase que, desde la solemnidad de los edificios que encuadraban la plaza, adquiría casi un cierto aire de secreto a voces. La afirmación en cuestión decía lo siguiente: "Lo genuino lleva esta señal: W.K. Kellogg". Lo que pocos imaginaban en aquel momento es que la inocente letra caligráfica que bailaba rítmicamente ante la sorprendida mirada de los paseantes de la zona obedecía, en realidad, a una calculada estrategia de la marca para hacer llegar a los consumidores algunos de los principios que sustentaban su filosofía.
La historia se remontaba al año 1899, fecha en la que los hermanos William K. y John H. Kellogg, médicos norteamericanos defensores de los beneficios de una dieta rica en fibra, comercializaron unos copos de cereales tostados como medicina para los problemas digestivos. Con el nombre de "Corn Flakes" los hermanos Kellog empezaron a vender el producto entre los pacientes que tenían a su cargo en el sanatorio Battle Creek. El boca-oreja hizo el resto: la fama de los copos de cereales se extendió por todo el país de tal forma que, cinco años más tarde, un total de 44 empresas se dedicaban a la fabricación y venta de productos similares, todos ellos bajo la denominación genérica de "Corn Flakes".
Perdida la batalla legal por la paternidad del nombre de sus productos, los hermanos Kellogg decidieron recurrir a la publicidad. La necesidad de difundir un mensaje que, a la vez los distinguiese de la competencia, fuera capaz de resumir los valores del producto y, en definitiva, la filosofía de la compañía, empujó a los dos médicos a reflexionar minuciosamente sobre qué eran en realidad ellos mismos en tanto que empresa, cuál era el objetivo de la venta de los Corn Flakes y cuál era la opinión que querían conseguir entre sus consumidores.
Salud, bienestar, ligereza y tradición, eran los principios sobre los que se sustentaba lo que en aquel momento había sido bautizado como The Battle Creek Toasted Corn Flakes Company, conocida popularmente como The Kellog Company. Ante la competencia, los hermanos se plantearon la necesidad de hacer llegar todos estos principios a los compradores de una manera innovadora, rompedora, capaz de sorprender al mundo entero y de pasar a la historia como la forma que la marca Kellogg había escogido para explicar a la competencia quien era el verdadero inventor de los copos de cereales.
Las letras de colores utilizadas en los envases de cereales, moviéndose acompasadamente para explicar a los viandantes de Times Square cómo diferenciar lo genuino de las imitaciones, fueron simplemente el fruto de las cábalas de los hermanos Kellogg sobre su identidad y sobre la imagen que querían conseguir ante sus clientes: había nacido la comunicación corporativa.
2. Del mensaje comercial al mensaje comunicativo
A principios del siglo XX, la comunicación entre las empresas y su público era meramente comercial: el intento de vender el producto haciendo ostensión de sus características, mediante la utilización de reclamos publicitarios más o menos afortunados, era la tónica habitual para las compañías que, sorprendidas por el crecimiento que experimentaba en aquellos momentos la demanda de determinados productos, no hacían sino satisfacer aquellas peticiones a la vez que intentaban incrementar los beneficios que les reportaba aquella venta.
La "gesta" de los hermanos Kellogg en relación con el ejercicio de introspección sobre la identidad de la marca y la imagen a conseguir a través de la publicidad marcó un punto de inflexión en los procedimientos de comunicación empresarial de la época. Del mensaje comercial se pasa al mensaje comunicativo y social de las empresas.
De acuerdo con Paul Capriotti (1999, 9-10), a partir de aquel momento se toma conciencia que cualquier característica de la entidad, sea de carácter conductual o comunicativo, se puede considerar un elemento de información para los receptores:
Con ello, la comunicación de las empresas con sus públicos deja de ser solamente los mensajes "simbólicos" elaborados por la propia empresa, para incluir un nuevo elemento: la propia conducta de la empresa. Lo que los públicos piensan de una empresa, es el resultado de la comunicación, como también de su experiencia y de la experiencia de los demás con la empresa. De esta manera, todo lo que la empresa hace adopta una dimensión comunicativa, transmitiendo información sobre sí misma, sobre su personalidad.
De esta manera, podemos definir la comunicación corporativa como el conjunto de formas de expresión que presenta una entidad a cualquiera de sus públicos. Sin embargo, si partimos de la premisa argumentada por autores como Aaker y Myers (1984), Dowling (2001), Costa (2004), o el mismo Capriotti (1995), entre otros, cualquier empresa, como tal, deviene un verdadero ente comunicativo. Toda señal, toda apariencia, todo movimiento, es percibido por el público como parte de un discurso que revela los valores inherentes a la compañía y que, en realidad, está definiendo la percepción que tendrá el público de la misma.
Esta comunicación se lleva a cabo mediante la conducta corporativa o actividad diaria de la empresa y de la acción comunicativa; es decir, de las acciones de comunicación propiamente dichas.
Partiendo, pues, de la idea de un proceso de emisión de signos que deben ser percibidos y, a la vez, interpretados por un grupo de receptores, la comunicación corporativa deviene la aplicación del esquema básico de Emisor > Mensaje > Receptor, coronado por conceptos como el ruido o el feedback o interactuaciones mutuas derivadas del proceso.
En el contexto empresarial la terminología se adapta al argot propio del campo donde se lleva a cabo el proceso de comunicación y el esquema resultante es el siguiente:

Con el fin de llegar a su público las empresas emiten mensajes, embastan su discurso a partir de lo que quieren comunicar y, con este objetivo utilizan todos aquellos elementos que le son propios, que definen la compañía, que la distinguen y la identifican ante la competencia y ante los consumidores. Esta fisonomía es lo que se llama identidad corporativa; es decir, el conjunto de instrumentos formales con los que una empresa o institución se identifican públicamente. Tal como señala Rodrigo L. Alonso (1993), estos signos deben reflejar claramente la esencia de la corporación, qué hace y, especialmente, su personalidad; por este motivo tienen que estar presentes en cualquiera de los mensajes que emita.
El autor señala (1993,10) además que la programación, la gestión y el control de la Identidad Corporativa debe estar estrechamente vinculada a la estrategia empresarial y así debe plantearse el problema, no como una cuestión meramente estética, formal, decorativa. El diseño de la Identidad Corporativa ha de traducir el mensaje corporativo en un lenguaje visual adecuado a sus públicos objetivos. En este sentido, el diseño es solamente un medio que relaciona la forma y la función.
El autor asevera que este cúmulo organizado de signos y de pistas, fundamentalmente visuales, con los que aspiramos a ser reconocidos por nuestras audiencias y a diferenciarnos de las empresas competidoras, requiere ser diseñado y programado para obtener un efecto positivo en la opinión de los consumidores, en la imagen que éstos tendrán de la compañía en cuestión.
De esta manera encontramos, pues, dos conceptos que a menudo se confunden en su definición y que designan dos puntos de vista completamente diferentes: el de la empresa o institución y el del público objetivo. La identidad y la imagen, elementos de presencia ineludible y al mismo tiempo necesaria en cualquier proceso de comunicación.
3. Identidad e imagen: el mordisco del pez que se muerde la cola
Tal como ya hemos explicado, la identidad corporativa es la propia fisonomía de la empresa, algo que debe ser entendido como mucho más que un nombre o una simple imagen gráfica. La identidad corporativa es, de acuerdo con Alonso (1993) la programación de estructuras visuales organizadas, estudiadas, que deben responder a las necesidades de la empresa y que tienen que convertirse en el fruto de la traducción visual de su cultura, de su filosofía, de su personalidad corporativa.
Esta identidad, pues, tiene que ser utilizada y transmitida en cualquier proceso de comunicación entre la entidad y el público, de manera que elementos como la marca, el logotipo , los símbolos, las tipografías, los colores y los soportes se repitan constantemente con el fin de dar un mensaje corporativo coherente en relación con la personalidad de la marca.
El objetivo fundamental de cualquier proceso de comunicación empresarial es obtener una opinión positiva , una imagen adecuada a su estrategia entre el público objetivo. De esta manera, la obtención de un estado de opinión favorable hacia la compañía y, en definitiva, hacia la marca, se convierte en la máxima prioridad de toda entidad en el momento que decide darse a conocer.
En este sentido podemos afirmar que el proceso de comunicación en el ámbito empresarial parte de la identidad corporativa y retorna a la compañía en forma de imagen corporativa u opinión que el mensaje de la institución suscita entre el target o público objetivo. A estos movimientos entre la organización en tanto que emisora y el público en tanto que destinatario, es necesario añadir otros conceptos como la notoriedad o la reputación de la empresa, que acaban por configurar una imagen mental positiva o negativa en el consumidor.
Tal como hemos apuntado anteriormente, conviene señalar también que la identidad corporativa de cualquier empresa o institución se configura a partir de los siguientes elementos: la marca, el nombre comercial, la identidad visual, y el mensaje que se configura en base a éstos.
Según la Ley de Marcas aprobada en 2001, se entiende por marca todo signo susceptible de representación gráfica que sirva para distinguir en el mercado los productos o servicios de una empresa de los de las otras empresas. De este modo, podemos hablar de palabras, de combinaciones de palabras, de símbolos, de imágenes, de dibujos e, incluso, de elementos sonoros, como es el caso de Harley Davidson, que tiene registrado como marca el peculiar sonido del su motor.
El nombre comercial es, pues, la denominación con la que una compañía diferencia/distingue sus productos, servicios o, en todo caso, a la propia compañía. Les referencias, en este caso, serían inacabables: Coca Cola Company como marca y “Light”, “Zero”, o “Aquarius”, entre otros, como a nombres comerciales; Danone en tanto que marca y “Vitalinea”, “Activia”, “Danet” o “Danonino” como nombres comerciales para sus productos...
En cuanto a la identidad visual , son aquellas características que nos permiten reconocer la marca con un simple vistazo: el símbolo o isotipo que es la parte puramente icónica, el logotipo como resultado de aplicar el diseño gráfico al nombre comercial, los colores, la tipografía utilizada, las formas...la identidad visual, pues, no es más que una manera de llamar la atención del público objetivo a base de la evidencia.
La controvertida identidad visual de la compañía de telefonía móvil Movistar, la mordisqueada manzana multicolor de Apple Computers, o la desproporcionada M de MTV, en clara alusión a la personalidad musical de la cadena, serían algunos de los múltiples ejemplos a los que nos podríamos remitir al hablar de identidad visual corporativa.

Todos estos elementos, añadidos al discurso que la compañía dirige de forma constante a su público configuran, pues, la identidad corporativa; es decir, las características visibles y palpables de la compañía, la marca o el producto.
Si tomamos como ejemplo la que sin duda es la marca deportiva más conocida en los cinco continentes, Nike, veremos como nada, absolutamente nada, de lo que la compañía vincula a todo lo que sale de sus puertas en forma de símbolo, color, o, en definitiva, en forma de mensaje, está desprovisto de un claro objetivo basado en cálculos estratégicos.
Phil Knight era un estudiante de periodismo que, a raíz de un viaje a Japón vio una pequeña oportunidad de negocio en la fabricación y posterior comercialización de calzado deportivo. Mientras finalizaba sus estudios, compró una partida de zapatillas japonesas Onitsuka Tiger y las importó a los Estados Unidos al amparo de la compañía Blue Ribbon Sports, creada por él mismo.
El deseo de ir a contracorriente de la tradición en el vestir, añadido a la búsqueda de una estética joven y centrada en la comodidad, fue clave para que, a finales de los sesenta, el calzado básico y deportivo comercializado por Knight se convirtiera en un artículo de moda.
A principios de los años setenta, la empresa inició una fase de crecimiento y su propietario aprovechó la situación para rebautizarla con un nombre que aludiera al movimiento, al espíritu de los ganadores y, especialmente, al triunfo. De este modo, Blue Ribbon Sports adoptó el nombre de la diosa griega de la victoria. La denominación se acompañó de un logotipo con el nombre de la marca y una forma gráfica que remitía al símbolo del triunfo que los antiguos atletas hacían con los dedos índice y corazón al declararse vencedores; una simbología que ha llegado intacta a nuestros días.
Esta iconografía diseñada por Caroline Davidson en el año 1971 se denomina “Swoosh” y, según el catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad Xavier Ruiz Collantes (2000), este logotipo denota los objetivos de la marca, al mismo tiempo que dota de significados la propia existencia de la marca, así como el consumo de sus productos; en este sentido, la omnipresencia de esta forma visual en cualquier ámbito del planeta es también la omnipresencia del discurso que transmite.
Para Xavier Ruiz Collantes, una forma como se proyecta como un estímulo visual que transmite un significado. Para dar cuenta de este contenido, se puede acudir al código socialmente establecido de las marcas comerciales, y entonces significa "Nike". Por tanto, funciona como un índice que señala a una marca comercial, es una denominación gráfica. En este caso hay una circularidad, de tal manera que , como logotipo, como imagotipo, y /Nike/, como signo acústico verbal, se señalan y se nombran entre sí, y se traducen en una estructura circular de interpretantes.
Pero no es sólo una denominación gráfica con función indexical, es también un artefacto gráfico que funciona como un discurso sobre la marca transmite una serie de significados en torno a la marca. es, a la vez, aquello sobre lo que se habla, la referencia, y aquello que se dice sobre lo que se habla, la predicación. Lo que es, se muestra en . El dispositivo argumentativo de la marca se fundamenta en la tautología. es .
Si tenemos en cuenta la evolución de la identidad visual de Nike en el logotipo, en los símbolos y en los colores, veremos como la búsqueda de la simplicidad, de la esencia de la marca en tanto que mensaje, ha ido dirigiendo las pautas de su diseño.

Movimiento, velocidad, fuerza, triunfo o simplicidad, entre otros son, por tanto, algunas de las características que denota la identidad visual corporativa de Nike. A esta manifestación gráfica es necesario añadir otras de carácter simbólico, como el propio nombre de la marca, el tipo de mensaje que dirige a su público... tal como destaca el mismo Ruiz Collantes, las significaciones vinculadas a la fisonomía de Nike, a sus características en tanto que marca, van mucho más allá de la pura representación gráfica, ya que acaban definiendo todo lo que tiene que ver con la compañía.
El conjunto de significaciones que conforman , no únicamente está construido a través de la forma . Todos los componentes de la estrategia de marketing, contribuyen a configurar, en la mente del público, dicho conjunto de significaciones: la publicidad, el diseño de los productos, el precio de los productos, el tipo de establecimientos comerciales en los que se venden, las entidades que son esponsorizadas por la marca, las noticias que aparecen en torno a la marca y a sus usuarios, etc. Sin embargo, es un lugar privilegiado en el que se concentra, de forma densa y compleja, la identidad que proyecta sobre sí misma. Porque es y porque en se muestra lo que es.
Retomando la idea del pez que se muerde la cola con la que abordábamos los conceptos de identidad y de imagen corporativa al principio de este apartado, debe decirse que hay tantas imágenes como targets tiene la marca. A mayor proximidad de los valores de la misma, más positiva será la imagen, mientras que a mayor distancia del público objetivo al que la marca dirige su mensaje, más neutra o más negativa será esta imagen.
Cabe destacar, sin embargo, que tal como afirma Paul Capriotti (1999,129:130), la imagen corporativa no es algo inmediato, sino que siempre es fruto de un proceso de formación que implica, en cierto modo, un desplazamiento de la importancia del emisor al destinatario; es decir, se pasa de la “prepotencia del emisor” a la “preponderancia del destinatario”.
Por consiguiente, en este sentido, el autor afirma que, por un lado, la imagen corporativa “no es” una propiedad del emisor (la organización), que a la vez transmite al destinatario (los públicos):
La imagen corporativa, por tanto, no es sólo la consecuencia de lo que haga y diga una organización, sino que estará determinada por un mayor conjunto de factores, como las informaciones provenientes del entorno general, de la competencia o de los líderes de opinión.
Por otro lado, según el autor, podemos considerar la imagen corporativa como una propiedad del destinatario (los públicos), “ya que se forma como un proceso autónomo de interpretación de la información que le llega y del que dispone, en relación con una organización”.
De este modo, la imagen no es fruto directo del mensaje corporativo o de la identidad institucional sino que, más allá de ello, entran en juego toda una serie de factores que determinan las características de la opinión que el público objetivo tendrá de la empresa en cuestión. Y es que, en realidad, existen tantas imágenes corporativas como públicos tiene una compañía o, yendo todavía más lejos, la imagen corporativa es tan múltiple y tan diversa como el número de personas que integran su target.
4. La conquista del público objetivo
Un viejo dicho popular afirma que "en la variedad está el gusto" y lo cierto es que, en realidad resulta imposible hablar de comportamientos absolutamente homogéneos, y más aún en un contexto empresarial. De hecho, uno de los hitos más destacables en el estudio de la comunicación corporativa fue el paso del concepto "público" al concepto "públicos". Este cambio, de aparente nimiedad, supuso un gran avance en el análisis del proceso de intercambio de mensajes entre la empresa y sus destinatarios ya que, precisamente, implica el reconocimiento de la diferencia entre el mero receptor y la persona o grupo de personas para las que se elabora un determinado discurso corporativo. En definitiva, significa el paso del todos al algunos: la segmentación como clave de la recepción del mensaje.
A pesar de que a lo largo de muchos años los estudios del público se han centrado en la relación que la empresa establece con él a raíz de sus características psicográficas, autores como Gruning y Hunt (1984) Moffit (1992) o el mismo Capriotti (1994), defienden la idea de que los públicos deben segmentarse en función de las consecuencias de la acción de la organización sobre las personas y viceversa. A raíz del feed-back que se genera entre la empresa y los destinatarios de estas acciones se produce un vínculo, una relación determinada por el hecho de que este público reconozca las consecuencias de la intervención de la compañía y, a la vez, le devuelva una respuesta.
Partiendo de este concepto, Grahame Dowling (2001: 50-58) desarrolla la definición de stakeholders, que podríamos traducir como "personas interesadas en una compañía". Dowling establece una subdivisión en la que alude a cuatro públicos diferenciados: grupos funcionales, grupos difusos, grupos de clientes y grupos normativos.
Los grupos funcionales están integrados por el conjunto de personas que trabajan directamente o indirectamente para una determinada compañía: empleados, promotores o distribuidores, entre otros. La imagen corporativa que tienen los grupos funcionales resulta absolutamente influyente en la percepción que pueden tener de la misma el resto de los públicos objetivos; a pesar de eso, el conocimiento que tienen y la valoración que hacen los grupos funcionales de la marca para la que trabajan o con la que colaboran son, a menudo, poco significativos, tal como revela un estudio sobre las principales tendencias de las empresas españolas en relación con la marca, realizado por ESADE (2003).
Según este análisis, sólo un 48% de los empleados de las empresas encuestadas conocen y comparten de forma significativa los valores de su marca, un 41% de los trabajadores presentan un grado de conocimiento y de asertividad bajo respecto a estas características, mientras que un 11% del total manifiesta no conocer estos valores y no compartirlos.
Este estudio se configura en base a un total de 150 encuestas a directivos de empresas ubicadas en España, mayoritariamente directores generales y de marketing, y pone de relieve el hecho de que un 53% de los encuestados considera que los empleados ejercen una gran influencia en la percepción que los clientes tienen de la marca, un 32% piensa que los trabajadores influyen de forma exigua en la imagen que los clientes tienen de la marca, y un 15% de los entrevistados considera que los empleados no influyen en la percepción que el público objetivo tiene de la marca.
Debe tenerse en cuenta que los grupos funcionales conforman su propia imagen de marca de la empresa para la que trabajan, a partir de la suma de elementos como la política de recursos humanos, la cultura empresarial, la política de marketing y comunicación interna y externa de la propia empresa y de las percepciones que tienen a partir de cómo los públicos externos valoran aquella marca en cuestión, entre otros.
Así pues, resulta especialmente relevante el hecho de que los grupos funcionales tengan una mejor imagen de aquellas empresas que llevan a cabo acciones en las que los mismos empleados o bien los colaboradores pueden participar: revistas internas, congresos, convenciones, viajes de incentivo o presentaciones de productos a los trabajadores son algunos de los elementos del discurso de la organización que ayudan a configurar una imagen positiva.
Los grupos difusos, a grandes rasgos, son aquellos que toman interés por una organización cuando esta se involucra en acciones que tienen una repercusión en otros públicos objetivos. Un ejemplo sería el interés que despierta en los medios de comunicación el hecho de que el BBVA se adhiera a campañas solidarias y medioambientales como "Pon tu móvil donde más se necesita", consistente en recoger teléfonos móviles que ya no se utilizan con el fin de destinar a obras sociales los beneficios obtenidos de la venta de sus piezas; o la acción llevada a cabo por la cadena de supermercados Carrefour consistente en destinar a las asociaciones de enfermos de Alzheimer un euro por cada libro vendido en sus establecimientos.
Según el propio Dowling se llaman así por su efecto propagador (1), ya que este grupo está integrado mayoritariamente por los medios de comunicación de masas; el filtro a través del que una buena parte de los consumidores conforman una imagen positiva o negativa de nuestra marca.
Una actitud desfavorable por parte de los mass media, generada por una mala imagen de marca puede producir, por tanto, un efecto mimético entre los consumidores. Un claro ejemplo de este hecho serían las últimas campañas de la compañía americana Burger King en nuestro país. En un momento en el que la sociedad empieza a enfrentarse a la obesidad como enfermedad y en que España es el tercer país del mundo en cuanto a número de afectados, Burger King lanza la campaña publicitaria de la hamburguesa XXL, un producto de 971 calorías. El Ministerio de Sanidad pidió la retirada de los anuncios por incumplir un acuerdo firmado entre las cadenas de comida ràpida y la Asociación Española de Seguridad Alimentaria mediante el cual éstas se comprometían a no hacer publicidad de productos hipercalóricos.
El efecto propagador que los medios de comunicación tuvieron en la polémica repercutió, pues, de forma negativa en la imagen corporativa de Burger King.
Lejos de contrarrestar esta imagen, días después que el anuncio fuera retirado, la cadena de establecimientos emitió un spot televisivo para anunciar otro de sus productos: la hamburguesa "Triple Whooper", un bocadillo a base de carne y queso que supera las 1.000 calorías por ración. Las imágenes en cuestión mostraban un hombre abandonando un restaurante de diseño donde las raciones resultaban demasiado reducidas para satisfacer su hambre. De camino a un Burger King, el personaje desgrana un discurso musical saturado de afirmaciones como "Soy un hombre, rugiré" o "Puedo comer esa hamburguesa de doble carne, no soy un pringao". Durante su recorrido, otros hombres se añaden al paseo y, obviamente al discurso del personaje, repitiendo un deseo manifiesto: "quiero comer carne". Los personajes completan la coreografía levantando los puños en un claro gesto de lucha, enseñando los músculos o tocándose los genitales.
La Secretaría Federal de Igualdad del PSOE ha cursado la petición de retirada de la campaña por considerar que "hace un flaco favor a la igualdad".
La polémica generada a raíz de las dos campañas ha repercutido negativamente en los grupos difusos. A pesar de que el público objetivo de Burger King no es específicamente el que ha reaccionado contra el anuncio, el hecho cierto es que las campañas han acabado por generar una imagen negativa en este grupo de consumidores.
Los grupos difusos, pues, resultan especialmente relevantes en el momento de definir cualquier estrategia de comunicación corporativa ya que toda acción de la compañía puede tener una clara repercusión en la imagen que de ella se configura el grupo.
En relación con los grupos de clientes, Grahame Dowling asegura que éstos tienen una importancia extrema en el proceso de comunicación de la organización. Según el autor, se debe focalizar las estrategias corporativas y orientarlas a los diferentes grupos consumidores, siempre teniendo presente que cada uno de estos grupos configurará su propia imagen en función del mensaje y de los vínculos establecidos entre cada uno de los segmentos y la organización.
De acuerdo con Dowling, uno de los grandes errores que cometen muchas empresas es centrar su discurso en los objetivos de venta o en la difusión de la identidad de marca, olvidando transmitir aquellos valores que inciden directamente en la imagen de la marca que se crea en la mente del consumidor.
Así pues, los acontecimientos que permiten experimentar los valores de la marca, además del producto o los actos lúdico-festivos, entre otros, acostumbran a ser las acciones más eficaces para transmitir y consolidar valores relacionados con la imagen de la marca que esta tipología de público configura en su mente.
Cabe decir, sin embargo, que es necesario complementar estos acontecimientos con acciones de publicidad convencional con el fin de captar la atención de los grupos de clientes. Un ejemplo serían los torneos infantiles de fútbol organizados por Coca Cola o los circuitos lúdicos dirigidos a los jóvenes, que marcas como San Miguel llevan a cabo de forma itinerante por distintas playas españolas. Ambas acciones se complementan con publicidad convencional y no convencional en distintos medios de comunicación de ámbito nacional y local.
En cuanto a los grupos normativos, debe decirse que estos están integrados por personas o instituciones que ostentan el liderazgo de opinión entre los miembros de un determinado colectivo social, por ejemplo, los gobiernos, agencias reguladoras o colegios profesionales, entre otros. La imagen de marca que configuran estos grupos normativos también resulta plenamente influyente para el resto de grupos mencionados, ya que una percepción negativa de la organización por parte de estamentos gubernamentales o asociaciones profesionales, entre otros, repercutirá directamente sobre el resto de los públicos objetivos.
En este caso, los grupos normativos deben conocer las acciones llevadas a cabo en relación con la marca de forma directa o indirecta; es decir, la estrategia de comunicación corporativa debe contemplar acciones que permitan propagar una determinada imagen de marca entre los diferentes públicos objetivos, llegando de este modo a los grupos normativos.
La presencia de representantes de delegados del gobierno o de miembros de determinados colegios profesionales a los acontecimientos que se organizan, o bien la gestión de actos, como charlas o conferencias promovidas por nuestra empresa, que tengan como protagonistas integrantes de este grupo, resultan esenciales como herramienta promotora de imagen de marca en el resto de públicos objetivos. Un buen ejemplo serían las conferencias organizadas por empresas de alimentación en las que los ponentes acostumbran a ser miembros del Colegio de médicos o de nutricionistas, entre otros.
De este modo, la interacción de todos los grupo mencionados en relación a la imagen de marca que éstos configurarán a partir del proceso de comunicación iniciado por la organización resulta aconsejable, ya que la valoración corporativa que cada uno de ellos hará tendrá una clara influencia en lo que se refiere a la percepción que de la misma tengan el resto.
En este sentido, coincidiendo con Grahame Dowling, sintetizamos la relación entre la organización y los diferentes públicos objetivos a los que podemos dirigir los actos definidos en el plano relativo a estas acciones de la siguiente manera:

Las herramientas de comunicación interna dirigidas a los grupos funcionales y las externas dirigidas a los restantes (normativos, difusos y clientes) sustentan, por lo tanto, todo proceso de comunicación corporativa.
Tal como hemos ido viendo a lo largo de los distintos apartados, resulta fundamental una interacción entre la comunicación interna y la externa, ya que sólo así evitaremos la aparición de elementos que deterioren la imagen de la entidad entre sus distintos públicos.
5. Conclusión
A modo de punto final, podemos afirmar que resulta indiscutible el poder de la comunicación corporativa en el proceso de comunicación derivado de la necesaria relación entre la institución y sus públicos. La ausencia de discurso en este sentido significa la práctica inexistencia en un entorno empresarial cada vez más competitivo y en el que la opinión del público resulta fundamental para establecer las directrices que tienen que definir las estrategias de comunicación por parte de la organización.
En este sentido, es preciso señalar la importancia de la identidad corporativa como base del proceso de comunicación, y hacer especial mención de la necesidad de coherencia en este sentido, ya que sólo de esta manera, la imagen obtenida revertirá de forma positiva en la organización.
Tal como hemos querido resumir en el título de uno de los apartados que integran el texto, en realidad, la comunicación corporativa no es más que un movimiento de comunicación que acaba convirtiéndose en circular y en el que, principio y final acaban convirtiéndose en una misma cosa.

6. Bibliografía
Aaker D; Myers J. (1984). Management de la Publicidad. Ed. Hispano Europea, Barcelona
Alonso R. (1993). Imagen de marca. Ed. Acento Gráfico. Madrid
Barquero, J.D i M. Coord. (2000) Manual de Relaciones Públicas, Comunicación y Publicidad. Ed. Gestión 2000, Barcelona.
Capriotti P. (1999) Planificación estratégica de la imagen corporativa. Ariel Comunicación. Barcelona
Costa, Joan (2004). La imagen de marca. Un fenómeno social. Barcelona:Editorial Paidós. Col. Diseño.
Dowling, Grahame (2001). Creating Corporate Reputations. Identity, image and performance. New York: Oxford University Press.
Eguizábal Maza R. (1998) Historia de la Publicidad, Editorial Eresma y Celeste, Madrid.
ESADE (2003) Gestión de la marca en las empresas españolas. Barcelona: Centro de la Marca.
George P. Johnson Company - MPI Foundation (2003). GPG Event Trends Report.
Grunig, J. ; Hunt, T. (1984). Managing Public Relations. CBS College Publishing. New York
Heath R.L. (1994). Management of Corporate Communication. From interpersonal contacts to external affairs. Lawrence Erlbaum Associates Publishers. University of Houston. New Jerey
Sanz M.A. i González M.A. (2005). Identidad Corporativa. Claves de la comunicación empresarial. Ed. ESIC. Madrid
Semprini, Andrea. (1992). El marketing de la marca. Una aproximación semiótica. Barcelona: Ed Paidós.
Wilcox, D.; Cameron, D.; Xifra, J. (2006) Relaciones Públicas. Estrategias y Tácticas. Ed. Pearson. Madrid

Portal de la Comunicación

jueves, 26 de mayo de 2011

Edward L. Bernays

Edward Bernays (sobrino de Sigmund Freud) fue el padre de las relaciones públicas, y entendió perfectamente la ciencia de manipulación de las masas.  Trabajó para grandes corporaciones, varios presidentes de E.E.U.U. y hasta el mismo Rockefeller. Su conocimiento fue uno de los más valorados por los grandes poderosos del planeta. Incluso trabajando con el mismo Woodrow Wilson manipularon al público norteamericano para hacerle creer que debían ir a la Primera Guerra Mundial.
Quien sabe si Edward fue uno de los mayores influentes en el concepto “problema-reacción-solución”.
Algunas de sus características principales:
  • THE NEW YORK TIMES, ESTADOS UNIDOS: “El Dr. Bernays, quien originó la Ciencia de las Relaciones Públicas, tuvo clientes tan importantes como los Presidentes Coolidge, Wilson, Hoover y Eisenhower, así como a personajes de la vida pública como Edison, Caruso, Nijinky e importantes empresas nacionales e internacionales”.
  • LIFE, ESTADOS UNIDOS: “Bernays, considerado por la Revista norteamericana LIFE como una de las 100 personalidades más influyentes de nuestro siglo, junto a Martin Luther King, Robert Oppenheimer y Albert Einstein”.
  • BBC LONDRES, REINO UNIDO: “Bernays ha sido uno de los principales arquitectos de las técnicas modernas de persuación…Su convencimiento nacía de la creencia que más que vender productos o bienes debía generarse una idea política de persuación desde la propia opinión pública. Documental “The Century of the Self”".
    Edward Bernay
    Edward Bernay
  • WASHINGTON POST, ESTADOS UNIDOS: “Es fácil decir que Edward Bernays fue el padre de las Relaciones. La gente lo ha llamado así desde hace años y no se discute. Lo que realmente se quiere decir, sin atreverjnos, es que es el padre de todos los americanos”
  • PUBLIC RELATIONS WEEK, ESTADOS UNIDOS: “Edward Bernays, el hombre de los Presidentes de Estados Unidos”
  • LE MONDE, FRANCIA: “Edward Bernays fue un personaje colorido que prodigió sus consejos a numerosas empresas y orquestó un sinfin de campañas de opinión tanto en Estados Unidos como en América Latina”
  • EL PERIÓDICO, ESPAÑA: “Considerado el padre de las Relaciones Públicas, Edward Bernays no quiso trabajar para Franco, Hitler o Somoza. Luego, tendría clientes como Henry Ford, Rockefeller o Presidentes de Estados Unidos como Coolidge, Roosevelt, Hoover y Eisenhower”
  • EL OBSERCADOR, ESPAÑA: “Edward Bernays, capaz de cambiar el punto de vista de las personas y convencerlas de que hagan lo que se les sugiere, es una habilidad que pocos hombres tienes y muchos desearían poseer”.
  • LA VANGUARDIA, ESPAÑA: “la carrera de Bernays fue espectacular, sería asesor de empresas como Cartier, Dodge o CBS y a partir de los años treinta se especializó como consejero presidencial, siendo consultos de políticos como Eisenhower, Roosevelt, hoover y Coolidge”
REFERENCIAS/FUENTES:
Edward Bernays en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Edward_Bernays

miércoles, 25 de mayo de 2011

¿Qué es el lobby?

¿Qué es el lobby?

La palabra lobby proviene del inglés y significa sala de estar. A finales del SXIX, llamaban lobbies a los salones situados antes de llegar al recinto de la Cámara de los Comunes en Inglaterra donde comerciantes y políticos conversaban con los diputados con el fin de obtener ciertos favores. De aquí vendría la significación de la actividad que se conoce como lobbying, aunque otras corrientes aseguran que sus orígenes fueron en Washington, aproximadamente en la misma época.
Del lobbying se ha llegado a decir que es el quinto poder después del clásico cuarto poder de la prensa. Otros afirman que es un “gobierno invisible”. El senador norteamericano Caraway, lo ha definido como “todo esfuerzo encaminado a influir en el Congreso respecto de cualquier asunto”. También se h apelado a la definición de “grupos de presión” (preassure groups) englobándose a todos los grupos que actúan sorbe la opinión y los poderes públicos sin que sean partidos políticos. André Mathiot los define como movimientos, asociaciones, sindicatos o sociedades que, para defender los intereses comunes de sus miembros “se esfuerzan por todos los medios a su alcance, directos o indirectos en intervenir en la acción gubernamental, así como en orientar a la opinión pública”. Tales grupos son: fuerzas sociales, económicas y espirituales que actúan de manera organizada. Para algunos teóricos, “La diferencia entre grupo de presión y partido político es que este tiene por objeto la conquista del poder, mientras que aquel busca influir sobre quienes tienen el poder” (Themistocles B, profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro y Director del Instituto de Derecho Público y Ciencia Política, ha querido ser más explícito: “Bajo la denominación de grupos de presión entiéndase generalmente aquellos grupos organizados para la defensa de intereses propios, de intereses de naturalezas diversas, y que actúan sobre los órganos responsables del Estado para obtener beneficios. Esta es la noción más general de este tipo de organización para la cual, entretanto, se procura un concepto técnicamente más preciso.”) Finalmente el autor sostiene que “un lobbyista es, pues, un persuasor. Si bien resulta preferible seguir adoptando la palabra inglesa, que delimita mucho mejor y más profesionalmente la actividad, ya que el persuasor va más allá de la instrumentación disciplinal, siendo aplicable a cualquier persona que se valga de la razón para obtener su propósito de convencer.
El lobbying forma parte de la ciencia política desde el siglo XX e incluso separa entre grupo de interés, grupo de presión y lobbying y cita a Walter Carnota (en la Expansión de los lobbyistas en Estados Unidos y Europa Occidental) quien afirma:
“El lobby constituye la representación del grupo de presión frente al Congreso (y, por extensión, también ante al administración pública).
En la práctica, repetimos, el lenguaje vulgar no siempre realiza ese distingo, muchas veces distinguiéndose con el término lobby a lo que en realidad es un grupo de presión (así cuando se hace referencia al lobby petrolero, al industrial, al agrario, al sindical, etc.) Sin embargo, debe subrayarse que emplean roles diferenciados, encontrándose el factor grupal de presión en una relación demandante a mandatario con respecto al lobby. Así como se contratan servicios de un abogado o de un contador para determinados asuntos, se recurre a esta especie de profesionales de la presión para hacer conocer los puntos de vista del grupo a tomadores de decisiones políticas”.
Es importante la definición que hace Alberto Borrini:
“El lobbying, aunque conocido y tantas veces denostado como tráfico de influencias, puede ser redimido por su utilidad, reglas de juego más claras y vocación para la información. En este aspecto es un camino de doble mano: y consiste en obtener información para quien toma la iniciativa, digamos la empresa, y en brindalo a quien desea ganar para la causa. Para los legisladores, por ejemplo, un lobbyista profesional suele ser una garantía, por que es respetuoso de las leyes y se desempeña como servicial acopiador de datos. Para cualquier representante del pueblo, la información tiene una importancia estratégica”(en El nuevo lobbying en La Nación, BA 21/05/1991, Alberto Borrini)
Pero también afirma que la clase para ejercer el lobbying es el conocimiento y no la fuerza o la riqueza económica.
Conocimiento de los operadores, conocimiento de la materia y del sector sobre el que se desea influir.
La base de su actividad es la transmisión inteligente y persuasiva de conocimientos específicos sobre un tema determinado y pro supuesto sí se puede evitar la sanción de una ley y sí se puede destruir un decreto en ciernes. Basta para ello hacer entender al legislador o al funcionario los efectos perjudiciales que dicho instrumento legal está acarreando en determinado estamento de la comunidad.
Autor: Armando Alonso Piñeiro. El Quinto Poder: Teoría y práctica del lobbying. Editorial Macchi. 1999. Buenos Aires

martes, 24 de mayo de 2011

Relaciones públicas, opinión pública y medios de comunicación.

Los asesores en Relaciones públicas proporcionan consejo y servicios de comunicación que ayuden a los clientes a crear, construir y proteger su reputación y prestigio, tanto con sus públicos internos como externos.
Para alcanzar el entendimiento y el apoyo fundamental que permita ayudar a que los clientes alcancen sus objetivos, los asesores en RR.PP trabajan en una variedad de formas. Por ejemplo, pueden estar involucrados en comunicaciones de mercadotecnia, comunicación con los empleados, relaciones con inversionistas, relaciones con los medios de difusión, programas de capacitación, o asuntos de políticas públicas, cada uno de los cuales pueden tener un impacto directo en la forma en que los clientes son percibidos y, consecuentemente, que sean capaces de alcanzar sus objetivos.
Los asesores de RR.PP. proporcionan los siguientes servicios:
  • Analizar situaciones y políticas que afectan a grupos de interés, internos y externos para la empresa.
  • Identificar vulnerabilidades que puedan poner en peligro el prestigio o buen nombre de una empresa.
  • Administrar la comunicación en situaciones de crisis de la empresa.
  • Recomendar estrategias y acciones para construir una reputación positiva.
  • Trabajar con los clientes para decidir e implantar estrategias y tácticas de comunicación que tomen ventajas de las oportunidades o para resolver problemas.
  • Desarrollar programas de capacitación que faciliten el flujo de información.
  • Evaluar programas de comunicación, tanto internos como externos, y sugerir formas para mejorar la efectividad futura.
El mejor momento para consultar a un asesor en Relaciones Públicas es antes de tomar una decisión de negocios importante. Lo anterior puede conducir a consejos útiles que pueden prevenir problemas de relaciones públicas que podrían surgir cuando dicha asesoría no es considerada de antemano.
OPINION PUBLICA
Etimológicamente el termino OPINION viene del latín (opinio). La Real Academia Española (1950) da dos acepciones:
  • Es el concepto o parecer que se forma de una cosa cuestionable.
  • Fama o concepto en que se tiene a una persona o caso.
Por lo que se refiere al adjetivo PUBLICA que aquí la califica procede del latin (publicus) y significa “notorio, patente, manifiesto, visto o sabido por todos”. Al unir los dos terminos el concepto de OPINION PUBLICA, se entiende como “el sentir o estimación en que coincide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinados”.
Diferentes definiciones de opinión publica:
  • Según Tarde, es el conjunto de juicios que circulan en el publico, con respecto a problemas de actualidad.
  • Para Byrce, es el conjunto de puntos de vista que tienen los hombres sobre problemas que atañen o interesan a la comunidad.
  • Según Calloway y Newman, es el consenso de un sector importante de una población con respecto a una determinada proposición, que supone cierto grado de reflexión, análisis y razonamiento.
  • Para Cutlip y Center, la opinión publica es el resultado de la agrupación de las diversas opiniones sobre asuntos públicos.
  • Para Moore, se trata de una expresión de una creencia que tienen en comun los componentes de un grupo o publico sobre un suceso controvertido de importancia general. Esta ultima emana de la Hennessy, la cual él recoge en su obra que dice así: “la opinión publica es el conjunto de creencia expresadas por un numero importante de personas sobre un suceso de importancia general”.
De lo anteriormente expresado podemos decir, que la opinión publica es el conjunto de ideas, creencias y conceptos que suponen cierto grado de reflexión, análisis y razonamiento que expresa un número importante de personas sobre determinado suceso que es de interés público.
Como se forma la opinión publica.
Los acontecimientos de magnitud excepcional, las manifestaciones verbales, el interés de la mayoria, y los momentos críticos son los factores más sensitivos que generan la resistencia o el apoyo de un pueblo a traves de su opinión, esto es tan importante que puede generar implicaciones de decisión política, comercial o ideológicas en una sociedad, en un momento determinado. La educación, la información, la propaganda y la publicidad son algunos de los factores fundamentales que contribuyen a la formación de la opinión pública.
Opinión pública y MCM.
Son varios los factores que pueden operar como formadores de la opinión pública. En la sociedad moderna actúan diferentes niveles de persuasión y en algunos casos se asiste a un verdadero bombardeo de la comunidad a los efectos de formar opiniones coincidentes:
  • Los partidos políticos.
  • Las expresiones de personalidades destacadas o famosas.
  • Las cartas de lectores de los periódicos.
  • La propaganda.
  • Los MCM.
  • Las encuestas de opinión que se realizan antes de las elecciones de gobernantes o para medir la repercusión de algún hecho destacado.
Todos estos factores influyen de manera directa o indirecta sobre la opinión pública.
Es importante tener en cuenta que el hecho de que una mayoría coincida en un determinado punto de vista no significa que sea necesariamente la opinión correcta. La falta de información, el peso de los intereses de cada grupo o la ausencia de suficiente reflexión pueden hacer predominar ideas equivocadas.
Todos los gobiernos, partidos políticos, los sectores sociales y religiosos reconocen el valor de la opinión pública. En consecuencia, tratan de influir sobre ellas a través de los distintos medios.
En todas las contiendas bélicas del siglo XX se observaron evidentes esfuerzos de los gobernantes para demostrar la justicia de su causa y así ganarse a la opinión pública de cada país.
Aún los regímenes antidemocráticos procuran tener a su lado la mayoría de los gobernados para justificar sus actos. Los gobiernos democráticos, por su parte, legitiman el poder en el apoyo de la ciudadanía. En nuestros días el desenvolvimiento de la opinión pública ha adquirido caracteres especiales con el formidable desarrollo de los MCM, cuyo influjo y poder, a veces enorme, pueden actuar como manipuladores de la opinión generalizada.
La educación, la información, la propaganda y la publicidad son algunos de los factores fundamentales que contribuyen a la formación de la opinión pública.
Los MCM son los voceros y transmisores visibles más llamativos de la opinión pública y ala vez, contribuyen a formar esa opinión a través de sus influencias y sus relaciones mutuas.
La importancia de los MCM en la formación de la opinión pública está dada por algunas de sus características: la velocidad con que llegan al público y el vasto escenario que abarcan. Una noticia difundida en un área densamente poblada accede instantáneamente a millones de personas que, al difundirla, multiplican su alcance. Tanto en los estados democráticos como en los sistemas totalitarios, el valor de la opinión pública a sido y es un factor reconocido de importancia política.
OPINION DEL PUBLICO
La opinión del publico es el resultado de un producto intelectual e individual, que deriva de la reflexión, la cultura y la formación que posee una persona. A diferencia del sentimiento publico, que se basa en una opinión generalizada de una mayoria.





Una definición de la publicidad

La publicidad es la comunicación nonpersonal de la información pagada generalmente y generalmente persuasiva en naturaleza sobre productos, servicios o ideas de los patrocinadores identificados con los varios media. Bovee, 1992.
10 extremidades para crear publicidad:

1. No le tema a los periodistas. Manéjelos de la mejor manera, ellos pueden ser sus mejores vendedores.

2. Piense a largo plazo. Usted necesita desarrollar constantemente su relación con los medios.

3. Aprenda a saber lo que desean los periodistas. Busque en su propia compañía las cosas que pueden ser interesantes para los demás.

4. Sea siempre servicial.
5. Esté disponible. No se oculte en una reunión si los medios desean tener información adicional.
6. Nunca mienta a un periodista. Pero no tiene que decirles absolutamente todo.
7. No subestime la prensa local.
8. Haga su propia encuesta.
9. Atrévase a ser diferente.

10. Consiga comunicar su mensaje a otra persona.
Buena suerte.
Influencia de los Medios de Comunicación de Masas
Hoy en día, los medios de comunicación constituyen una herramienta persuasiva que nos permiten mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y económicos tanto a escala nacional como internacional.
En las sociedades contemporáneas es cada vez mayor la importancia de los medios masivos y en particular de la televisión. Esta influye sobre la forma de actuar o de pensar de las personas, logra modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la realidad que los rodea. Se acepta como reales y se considera importante solo aquellos acontecimientos que muestran las cámaras de televisión.
La importancia de la televisión en el proceso de socialización de los chicos y jóvenes y de todos los integrantes de la sociedad están relacionadas con la calidad de los contenidos de los programas educativos, informativos y de entretenimientos que transmite y también de las publicidades que influyen en los hábitos de consumo de la población.
Esta es una característica del hombre posmoderno, que tiende a aferrarse a valores transitorios, débiles y superficiales. Esta es la razón por la cual abordamos este tema creyendo que la única manera que poseemos para no ser cómplices de esta oleada mediática es la información y la concientización sobre el tema.
Premisas básicas sobre los medios de comunicación:
Los mass-media son dispositivos técnico-organizativos que permiten la transmisión de mensajes significativos simultáneamente para una gran cantidad de personas desconocidas que los utilizan.
  • Dispositivo técnico-organizativo: las posibilidades tecnológicas de estos soportes son las que facilitan su utilización social. En términos del área, el hardware (parte dura) configura las posibles utilidades. Pero la conversión de ese hardware en los MCM requiere una organización que se encargue de llevarla a cabo. Diversos elementos técnicos y personales son necesarios para que los mass-media funcionen como tales.
Un mass-media implica como hardware una fuente, un codificador, un emisor, un medio, un receptor y un decodificador.
  • Transmiten mensajes significativos: los mass-media son utilizados por individuos para comunicarse. En este aspecto, participan de las características genéricas de la comunicación humana en cuanto a elaboración e interpretación simbólica.
  • Simultaneidad de destinatarios: simultaneidad física y/o simultaneidad temporal, son las dos formas de alcanzar muchos destinatarios.
  • Desconocimiento individualizado de los destinatarios: lo que obliga a presuponer o estimar las características más comunes de todo ellos, para poder así a alcanzar los fines que se propuso quien los utiliza.
  • Utilización restringida: solo unas pocas personas actúan como emisores, en el sentido amplio del término, en contraposición a los destinatarios.
El carácter institucional de los emisores convierte a los medios de comunicación en instrumentos de regulación social. La posesión y planificación del uso de los mismos pasa a convertirse en una cuestión política en la aceptación extensa del término.
Distintas caracterizaciones de los MCM:
En "Teorías de la Comunicación para las Masas" de Fleur y Ball-Rokeads (1982) apoyándose en criterios de marcado cariz sociológico, agrupan las tendencias que estudian los medios de comunicación:
  • Funcionamiento estructural: Los medios se entenderían como un componente indispensable de la estructura social contemporánea. Si no existieran, la sociedad sería de otra naturaleza.
  • Perspectiva evolucionista: la sociedad va cambiando y se va especializando en una determinada dirección en función de los objetivos fijados. Los medios de comunicación entran dentro de las realizaciones que se ponen en marcha para alcanzar esos objetivos y a la vez evolucionan conforme a que se cambien los objetivos.
  • El modelo de conflicto social: los medios de comunicación son instrumentos que utilizan distintos grupos que colisionan entre sí y reflejan intereses encontrados de esos grupos.
  • Interaccionismo simbólico: esta forma de entender que representa los mass-media para la sociedad y los individuos enfatiza el carácter comunicativo. Los medios son parte esencial de los procesos de comunicación en las sociedades modernas.
  • Formulaciones psicológicas: los autores reconocen la variedad de escuelas psicológicas y apuntan como opción más interesante el enfoque cognitivo. Los procesos mentales internos de los sujetos son el objeto central del interés de las distintas corrientes que se integrarían dentro de él. Aplicado a los medios, tratará de estudiar los efectos, que producen los individuos, cómo reciben estos mensajes, qué es lo que aprenden, etc.
Los sucesos que ocurren en una sociedad constituida por diversos sistemas sociales, con una cultura determinada y con una estructura y dinámica que articulan su forma de ser, son transmitidos no asépticamente por los medios. Las características de estos se ven limitadas por los distintos sistemas sociales y en distintos grados.
Imagen visual
La imagen, hoy constituye un elemento más determinante de las características de nuestro ámbito de vida. Cantidad de mensajes nos son transmitidos a través de los MCM, que utilizan fundamentalmente la imagen.
La comunicación didáctica en la actualidad no se puede concebir de otra manera que no sea mediante la utilización de la imagen y la palabra conjuntamente.
La T.V debe considerarse dentro del conjunto de recursos tecnológicos como uno más y no con exclusividad. Dentro de la utilización de la T.V, es necesario distinguir también el momento y la circunstancia más adecuada. La T.V no es autosuficiente.
No conduce a nada la utilización de la T.V sin la evaluación de los efectos.
Como causas específicas de fracasos en la utilización de la T.V se pueden considerar:
  • Dar más importancia al aparato que a su utilización.
  • Pensar que la T.V puede ser autosuficiente.
  • Olvidarse de la naturaleza del mensaje. Pensar que cualquiera es bueno.
  • Olvidarse de las diferencias individuales
En la T.V como en el cine se da una combinación de la imagen con la palabra. La naturaleza de esta combinación de mensajes es diferente de la que da en el material impreso. En todo caso, se daba siempre una combinación en el sentido de complementación entre imagen y palabra. En cine como en T.V este equilibrio se rompe en aras de un creciente predominio o protagonismo de la imagen. El lenguaje, se constituye en un simple determinante de la imagen. Esta, en virtud de una serie de recursos técnicos, ocupa un primerísimo lugar. Nos encontramos, con un nuevo instrumento de comunicación que debemos conocer para poder comprender los mensajes que a través de él se nos presentan. Es necesario que consideremos la necesidad de dejar de ser "alfabetos de la imagen", debemos aprender y enseñar a leer el lenguaje de la imagen.
Se dice que la T.V constituye una ventana abierta al mundo, cuya realidad podemos contemplar desde la comodidad de nuestros hogares. Frente a esta afirmación hay que tener en cuenta que:
  • Lo que vemos en T.V no es lo que sucede en la realidad sino en la imagen de dicha realidad.
  • Estas imágenes nos vienen dadas por quienes han realizado el mensaje. No vemos lo que nosotros elegimos, sino lo que otros eligen para que veamos. En la relación directa con la realidad hay un conocimiento directo. Cuando interviene la T.V hay como un muro que se interpone entre conocedor y realidad. Lo que se llega a conocer es la imagen. En el conocimiento por experiencia, un mismo hecho lo conoce cada persona de manera diferente según sus características personales.
El lenguaje televisivo, la imagen, es un lenguaje contorneal, figurativo, pero no conceptual. Apela a los sentidos, pero no existe en el una relación estrecha con la actividad mental elevada. Al contrario de lo que sucede con el lenguaje verbal. La imagen televisiva se distingue también del dibujo, pues se muestra la realidad. El pensamiento, en sus estratos más elevados opera con esquemas mentales abstractos y no con imágenes, de alguna manera pudieran llegar a constituir estorbos para la comprensión.
Se piensa que la imagen visual es un medio de comunicación universal. Sin embargo, aún cuando la imagen tiene muchas virtudes, esta ha de ser un lenguaje universal no la tiene. Cada persona al recibir "señales visuales" (fotografías) e interpretarlas lo hace de manera distinta. El ser humano es esencialmente "transformador" en el proceso de la comunicación. Es posiblemente deficiente como emisor y receptor, pero su capacidad de creación y fabulación es considerable. "La señal gráfica esta siempre sujeta a la interpretación cultural del grupo e individual".
No disponemos aún lenguaje visual tan estructurado y útil como lo es al verbal. Ahora, con el avance tecnológico, la necesidad de este lenguaje comienza a sentirse. Las formas visuales, líneas, colores, proporciones, etc. Tienen tanta capacidad de articulación (combinación compleja), cuanta tienen las palabras. La diferencia primordial consiste en que las formas visuales no son discursivas.
Existen ciertos programas de T.V., que ofrecen formas estereotipadas de reacción típicas.
Pudiera darse una cierta tendencia a imitar los modelos presentados por T.V. y esto constituiría de alguna manera una limitación de nuestra libertad. El mayor riesgo de influencia lo corren los niños y los ignorantes, las personas que por falta de experiencia, no han adoptado aún una postura personal definida ante los problemas claves de la existencia, o aquellas personas en las que la falta de cultura determina una carencia de decisión personal fácilmente influenciable por los programas de T.V.
La T.V ofrece un mensaje indiscriminado en calidad y ritmo. En el caso extremo se encuentran las tensiones generalizadas a grandes masas, cuyo defecto sobre los individuos solo puede ser reguladas a posteriori por la gente cuando hacen un uso racional de los aparatos receptores. Pero al decir que los padres pueden elegir los programas más adecuados a la formación de sus hijos, se suele olvidar que a veces faltan en los mismos padres la formación o preparación suficiente como para determinar cuales son los más apropiados.
No es del todo correcto calificar a la T.V como un medio de comunicación. Esta exige un intercambio de mensajes significativos entre emisor y receptor. En T.V existe una clase de emisión unidireccional de mensajes sin posibilidad de respuesta por lo que en sentido estricto dicha comunicación no existe mientras no se dé una posibilidad de reversibilidad, no existe realmente comunicación, y si a esto añadimos "social", entonces el problema se agudiza todavía más para que la T.V se convierta en un medio de comunicación, es necesario que este esté a disposición de la sociedad y que esta pueda utilizarla para plantear a través de ella sus problemas dialogar consigo sobre ellos y buscar soluciones. La T.V debe constituir un instrumento que facilite el diálogo entre los miembros de la sociedad. Para ello es necesario cambiar por completo la actitud pasivo-receptora de sus miembros por otra dinámica-activa.
Es un hecho fácilmente constatable el limitado número de vocablos que se utiliza normalmente en los programas de T.V. Está ello en relación con el carácter subsidiario de la palabra respecto a la imagen. Si realizamos un estudio de términos utilizados, podemos comprobar el corto número de los mismo y la frecuente repetición. La pobreza en vocabulario se deja sentir sobre todo en programas en carácter de entretenimiento y menos en los instructivos e informativos.
Principales medios de comunicación de masa, y su influencia:
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Prensa
La prensa periódica es el medio más representativo de los antiguos. Las repercusiones políticas que se le atribuyen llevaron en algún momento a acuñar la expresión "cuarto poder", para referirse a su capacidad de incidir en la opinión pública y en última instancia, en las sociedades democráticas, sobre los votantes.
El periódico comparte con la radio y la televisión la mediación entre el conocimiento de la realidad y los sujetos. La mayoría de los acontecimientos son conocidos por los lectores a través del periódico. La realidad es dada a conocer parcializada en noticia. Esta es la materia prima fundamental con la que trabaja la prensa periodística. El producto que elabora, el periódico, es una relación de noticias bastante extensa que se facilita diariamente gracias a todo el dispositivo técnico-organizativo del que se dispone.
Dada la redundancia habitual en este medio, los titulares y supratitulares (anunciados en tipografías más reducidas puntualizan el impacto del titular), permiten enterarse de lo que pasa con solo leer estos enunciados. Esta es una buena muestra de la utilización de la redundante, tanto semántica y sintáctica como pragmática.
Los elementos formales de la noticia que comparten la prensa, la radio y la televisión, pueden clasificarse en tres grandes categorías: los de recurrencia de regularidad; los que se refieren a las indicaciones de orden y de estructura, y los relativos a neutralidad y facticidad. Dado que las noticias en los tres medios se constituyen en paquetes y boletines, analizar las noticias es analizar su disposición conjunta; en este sentido, la estructura de estos paquetes es bastante similar y la distribución en secciones, por ejemplo, es muy habitual. La recurrencia continua a este esquema que en radio y en televisión se hace patente dentro de un mismo día por los sucesivos boletines contribuye a forjar un punto de vista de rejilla de lo que es la realidad, a la par que indica cuáles son los asuntos o temáticas que deben interesar al hombre bien informado.
Las noticias se relacionan con la constatación de hechos más que con su interpretación. Sin embargo no es posible hacer constatación químicamente pura de los hechos. La misma declaración de que algo es un hecho, y luego una noticia, ya implica una interpretación subjetiva del primer espectador, que es el periodista. Ni siquiera la imagen de televisión ni el sonido en directo proporcionan la realidad tal cual es.
Los grandes recursos económicos necesarios para disponer de agencias de noticias plantean la grave incógnita de los beneficios de todo tipo que estarían implícitos si son de titularidad privada, y del control real de los ciudadanos, si son de titularidad pública
Periodismo gráfico
Puesto que hoy tomar fotografías instantáneas es muy fácil no se reparan dos aspectos importantes:
  • El valor que ha adquirido en nuestra vida el documento gráfico (se puede ver esto en la depravación a la que puede llegar un reportero la "nota gráfica sensacional", sin importarle nada del prójimo).
  • La importancia que tiene la instantánea de las personas para los estudios de psicología social (es conocido el hecho de que cuando una persona es fotografiada adopta ante la cámara la actitud que él quiere representar ante la sociedad). Pareciera que el ojo de la cámara actúa como el ojo social.
La información emitida siempre debe ser objetiva, o sea, el relato o descripción de los acontecimientos sin agregado alguno, sin interpretaciones especiales y sin calificativos deformantes.
La información se diferencia de la propaganda por su de pendenciosidad o de ideología, no pretende convencer.
En el campo político la información es esencial y contribuye a esclarecer a la ciudadanía: cuando un locutor lee la plataforma de una agrupación política y seguidamente hace lo propio con la de un sector competidor, está informando y queda a criterio de la gente la libre elección.
Cine
Probablemente sea el medio que ha sufrido menos las presiones de los distintos tipos de poder social en comparación con la gran audiencia que tiene. Esto no implica que el nacimiento y el desarrollo de la actividad industrial en este medio no representa una fuente potencial de manipulaciones. Por otra parte, las ideas autoritarias que en general se aplicarían a recortar la influencia de todos los medios, también pueden ser propietarias de censura.
La imagen en movimiento es una macroestructura semiótica al combinar varios sistemas de signos: icónico, cinético, verbal. La mezcla perfecta de estos sistemas provoca la sensación de realidad. La relación entre texto visual y recurso visual en la imagen cinética se estrecha hasta casi confundirse, en la medida en que las acciones de secuencialidad y temporalidad son las bases de toda expresión de comunicación sea esta visual, lingüística o gestual. Esta sería una característica común a todos los sistemas audiovisuales a condición de que sean también cinéticos.
Lo fundamental del filme puede residir entonces en tres aspectos o dimensiones principales:
  • Lo que es materia de expresión: una historia; una narración, real o ficticia, realista o fantástica, actual o pasada, etc.
  • La forma de expresión constituida por los elementos figurativos, tales como el encuadre, el rectángulo de imagen que se verá.
  • Los planos y su sucesión: la sucesión de planos y las características de estos sirven para establecer la secuencialidad que no tiene por que ser siempre lineal, se distribuye la temporalidad ficticia con la temporalidad del filme
Desde lo que pueda suponer la vinculación con personas para no ser espectador solitario, hasta la colectividad poco definida pero que condiciona comportamientos de reacción ante el mensaje que le llega, los matices diferenciales entre filme en soporte vídeo y filme en soporte película que se proyecta sobre pantalla son importantes. Los psicólogos sociales han estudiado lo que significa la pérdida de anonimato y la consiguiente desinhibición de los individuos dentro de grupos masivos.
Radio
La radio nos devuelve al ámbito de la noticia, pues comparte con la prensa y la televisión la posibilidad de facilitar el conocimiento sobre la realidad a través de aquella.
La tradición cultural nos impide objetivar el esfuerzo tan considerable que supone la verbalización de los acontecimientos de la realidad en los que el componente icónico es fundamental.
Hoy la radio capta a una audiencia juvenil, llegando a convertirse en ocasiones de verdaderas locomotoras del consumo musical principalmente.
Aunque determinados acontecimientos son, hoy por hoy, susceptibles de una retransformación mejor por radio que por T.V, esta suple en la mayoría de las ocasiones las insuficiencias de aquella. No obstante, la radio tiene a su favor el poder de individualización que comporta. El medio de comunicación familiar que era la radio ha dejado su lugar a la televisión, para ir al encuentro de individuos o grupos no tan institucionales.
En relación con los valores culturales y morales ocupa un lugar intermedio entre el polo de la realidad y lo serio, y el opuesto, lo que refleja un equilibrio más o menos equitativo entre información y entretenimiento.
La radio es un medio esencialmente auditivo: dentro de la jerga audiovisual se conoce como "audio".
Por la rapidez con que se difunde, la economía del servicio y el alcance de su emisión, la radio es un valioso elemento de información y educación.
La radio se ha desarrollado en los países ricos y permanece en estado larval en los países de pocos recursos.
En América Latina el cuadro es curioso: a pesar del bajo nivel de desarrollo económico, la radiodifusión, está relativamente avanzada. Se nota la tendencia a utilizar la radio para la educación. El mayor desarrollo de la radio, en cantidad y calidad, se ha operado en zonas urbanas.
Toda labor futura bien llevada en el terreno de la radiodifusión deberá prestar especial atención a las áreas rurales y elevar y diversificar el contenido de los programas, a la vez de mejorar la distribución del área de la programación.
En una época la radio tría algo nuevo en la comunicación para las masas: la inmediatez. A veces no nos enteramos de lo que está pasando sino de lo que nos dicen que está pasando. De ahí el control que los regímenes ejercen sobre la radio.
Otra novedad fue el realismo de la radio que llegó a ser un nuevo medio de comunicación y expresión: verdaderos descubrimientos de mundos sonoros.
La voz humana, la música, los sonidos y los efectos son los elementos básicos del lenguaje radiofónico.
La radio puede ser también un agente de cultura. Las características específicas de la radio hacen de ella un valioso auxiliar didáctico siempre que se lo use adecuadamente.
Televisión
La televisión es un entretenimiento peculiar de la época compleja en que vivimos. En un mundo inseguro y sin apoyos internos, la televisión es una ayuda inocua, permite matar el tiempo. El hombre común no tiene más remedio que usar a los medios.
En nuestro mundo no solo han disminuido las distancias sino que se ha incrementado la comunicación.
La rápida expansión de la T.V ha sido posible en las sociedades de numerosa clase media, con su elevado índice de estandarización, su buen poder adquisitivo, su mayor gasto en publicidad, su concentración urbana y su consumo de símbolos producidos masivamente.
La atracción que ejerce sobre las masas es de naturaleza psicológica y artística en el sentido de un arte popular con características muy particulares y distinta a la convencional.
Hoy el arte popular, a través de los medios para las masas, tiene una audiencia enorme, que es más amplia heterogénea y diversificada que nunca. El arte popular de nuestros días posee características industriales, se dirige hacia el mercado y sus necesidades, tiene sus objetivos rígidamente prefijados (ganar mayor audiencia, manejar estereotipos determinados, acentuar el estándar conservador) y emplea símbolos simples para alcanzar un público mayor.
La televisión como lenguaje posee ciertas características que le han sido impuestas por las limitaciones técnicas del medio y las condiciones sociales que enmarcan el espectáculo televisivo. Pero podrán ser superadas y las condiciones sociales podrán cambiar.
Los receptores de T.V están instalados en la intimidad del hogar, poseen una pantalla relativamente pequeña y se dirigen a un espectador condicionado por la intimidad. La televisión usa y abusa de la apelación personal.
La televisión ha demostrado ser buena o mala según el uso que se le dé. Lo que significa una revolución en nuestras vidas. No podemos quedarnos de brazos cruzados frente a lo negativo o positivo que la televisión nos ofrece diariamente. Puede ser un vehículo de comprensión internacional y convivencia pacífica, o un canal odio y agresión.
La T.V nos ha puesto frente a algo totalmente nuevo. Es preciso idear nuevos métodos para estos nuevos medios.
El avance electrónico ha sido demasiado veloz, nuestra celeridad mental no alcanza a comprender la vida nueva. Este es el reto más serio que nos propone la era de la imagen.
La imagen habla el lenguaje de los niños y el pueblo. Enseña técnicas de información, motiva, golpea emocionalmente, permite una fácil identificación. A lo largo de la historia de la humanidad se nota una corriente de expresión y comunicación popular, cuya columna vertebral es la imagen visual.
El visualismo puede ser la degeneración de lo visual, como el verbalismo es la degeneración de lo verbal.
Los MCM son también instrumentos de poder. Con ellos se trata de embotar las mentes y proveerlas de eslóganes. En vez de estimular con ellos la liberación de las personas, se estimula el condicionamiento para la estreches mental y la esclavitud. Con los medios sensacionalistas se está dando vida a una imagen estrecha y caverniana. El afán competitivo ha tenido todo con las leyes de compraventa y los MCM se usa, así mismo, para vender ideas y formas de vida.
Se usa la imagen visual por su poder de fascinación para manipular al ciudadano. Se atropellan culturas cuyas riquezas son a veces más valiosas que las del agresor.
La dependencia en el conocimiento de la realidad llega a ser tan aguda que la credibilidad de ese conocimiento transmitido por televisión se asigna más fácilmente que a otros medios. La magia que en este sentido tuvieron y siguen teniendo los libros, la letra impresa, se traspasa ahora a la televisión. Los programas denominados instructivos gozan de mayor confianza por parte los espectadores. Así se obtiene una escuela simultánea que multiplica sus efectos, dado que la T.V sigue siendo un medio familiar doméstico. Todos los aspectos de la realidad tienen cabida en el medio. Todo puede ser vehiculado con una orientación hacia todos los núcleos de reproducción social que son las unidades familiares. No existen virtualmente noticias de la que la televisión se haya utilizado para la acción o resistencia política, de manera que debe ser el medio de comunicación menos revolucionarios de la historia.
Se señalan como más destacados los siguientes rasgos de los mensajes sociales que reciben los menores a través de la televisión:
  • Estimulación de las opiniones estereotipadas respecto a temas sociales. Lógicamente también se puede lograr el efecto contrario y más deseable de la eliminación de estereotipos.
  • Estimulación de sentimientos adversos o de aceptación de los grupos sociales minoritarios.
  • Reducción o exaltación del etnocentrismo nacional. Dada la vinculación por sistemas sociales de poder, es poco probable que se reduzca sistemáticamente.
  • Impacto de los fines sobre las opiniones. La vehiculación de filmes que abordan una misma temática bajo un punto de vista similar acumularían más los efectos.
  • Reconocimiento de personajes o identificación con ellos. También aprendizaje de la capacidad de predicación dada la recurrencia de programas, publicidad y estructura narrativa de los filmes.
Esto implica que los niños pueden utilizar las similitudes entre los personajes cinematográficos y las personas reales, para establecer generalidades del comportamiento humano.
  • Mayor poder de transmisión de mensajes emocionales, tanto positivos como negativos, unido a la percepción de realidades que los acompaña.
  • Aprendizaje del papel de consumidor.
Tanto la radio como la televisión cumplen una función que se les designa: la educativa, la formativa o socializadora.
Aunque la televisión tiene ventaja en el cumplimiento de esta función, tanto porque presenta modelos culturales más parecidos a como son en la realidad, como por la utilización de diversos lenguajes, la radio también contribuye a la socialización de los menores y de los adultos.
La radio es equiparable al texto impreso en cuanto presenta y, por tanto, fomenta un estilo verbal y articulado de comunicación. La televisión es equiparable a la comunicación cara a cara porque presenta y fomenta o favorece un estilo audiovisual.
Muchas actividades fundamentales de la participación democrática se convirtieron en acontecimientos que los ciudadanos miran por televisión. La mayoría de los votantes no tienen contacto con los candidatos de los partidos políticos y no asisten a actos públicos convocados por estos.
Los candidatos buscan dar a conocer sus propuestas de solución para sus problemas que enfrenta la sociedad a través de la televisión. Es cada vez más frecuente que los debates a través de los representantes de los distintos partidos políticos y entre los funcionarios del gobierno y los dirigentes políticos de la oposición sean televisivos.
Es conocida por todos la influencia que tiene la televisión en la vida de las personas y la cantidad de tiempo libre que se le dedica.
Algunos de los investigadores afirman que esa influencia es muy grande en el caso de los chicos y jóvenes, en especial en la formación de su identidad. Las imágenes tienen cada vez más poder de convicción, es decir, es muy fácil creer que lo que se ve en televisión es verdad. Por eso, sostienen los investigadores, los chicos muchas veces aceptan fácilmente, los modelos de juventud o niñez que se presentan en la pantalla. Los programas y las publicidades tratan de convencer sobre como son los chicos y jóvenes (o como deben ser), lo bueno que es hacer tan cosa, o qué bien se van a sentir si compran esto o aquello.
Aceptar los mensajes tal cual son sin ningún cuestionamiento acerca de qué pensamos de lo que vemos o escuchamos, hace muy difícil la formación de la personalidad y del criterio propio de cada uno.
El auge de los medios de comunicación han hecho posible el acortamiento de las distancias, manteniéndonos vinculados al resto del mundo. No obstante producen un degradamiento en la sociedad.
Actualmente los medios se han convertido en "jueces de la verdad", son ellos quienes deciden y dictan modas, consumos, modelos de vida. Establecen que es lo correcto y qué es lo incorrecto, y deciden cuales son los hechos importantes y trascendentes del mundo.
Los medios son considerados únicos portadores de la verdad.
Influyen en la educación de los niños y jóvenes y en la formación de la opinión pública. El esplendor que hoy en día han alcanzado los medios de comunicación es una consecuencia de la sociedad en que vivimos.
Una sociedad individualista, consumista, despojada de valores éticos y morales y aferrada a modas pasajeras y placeres inmediatos.
Una sociedad pragmática y en la que no se masifican los problemas sociales.
Es el hombre mismo quien produce todo lo que muestran los medios, y que, al mismo tiempo, lo consumen.
Para prevenir esta situación es indispensable el cambio de conciencia en la sociedad en su totalidad.
Hasta que esto no suceda seguiremos a merced de una cultura mediática, consumista e individualista.
BIBLIOGRAFIA
  • ADECEC: Asociaciones de Empresas Consultoras en RRPP y comunicación
www.adecec.com
  • IPRA: Asociación Internacional de RRPP
www.ipranet.org
  • El museo de las RRPP
www.prmuseum.com
  • Realización de RRPP
www.usprnet.com
  • La influencia de los medios de comunicación
www.monografías.com
  • La Opinión Publica AÑO I - Primera Epoca - Nº 190 - Edición Digital del Domingo 30 Mayo de 1999.
www.diarioelpueblo.com.uy
  • Boletín 14, opinión pública y política fiscal estudio cis Julio 1997
cis.sociol.es/boletín/14/est3.htm
INDICE
  • RELACIONES PÚBLICAS
Definicion 1
Asesores en relaciones públicas 2
  • OPINION PUBLICA
Diferentes definiciones de opinión pública 2
Como se forma la opinión pública 3
La opinión pública y MCM 3
  • OPINION DEL PUBLICO
Diferencia entre opinión del público y opinión pública 4
  • DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE PUBLICIDAD
Y PROPAGANDA 5
Una definición de publicidad 6
10 extremidades para crear publicidad 6
  • INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS
Premisas básicas sobre los medios de comunicación 8
Distintas caracterizaciones de los MCM 8
Imagen visual 9
Principales medios de comunicación de masa, y su influencia 12
Publicidad 5
Propaganda 5
Prensa 13
Periodismo gráfico 13
Cine 14
Radio 14
Televisión 16
TRABAJO PRACTICO
MATERIA: Relaciones Públicas
Temas:
  • Relaciones publicas
  • Opinión Pública
  • Opinión del Público
  • Medios de Comunicación
  • Publicidad
  • Propaganda
Opinión del publico
Concepto individual, previamente formado a traves de las vivencias individuales. Son estas los factores que condicionan la opinión de cada persona en un tema especifico.
Opinión publica
Concepto generalizado sobre un determinado tema de interés común.
Publicidad
La publicidad es una actividad que caracteriza intencionalmente el mensaje que se elabora, buscando el cambio de actitudes, rasgos cognitivos y comportamiento de los destinatarios, utilizando para ello diversos soportes tecnológicos.
Propaganda
Se llama propaganda al conjunto de técnicas destinadas a propagar ideas, doctrinas y opiniones para hacer que esos conceptos sean aceptados por la gente que, como consecuencia, las personas y los grupos convencidos se adhirieran a ellas. "La propaganda es el lenguaje destinado a la masa. Emplea palabras o otros símbolos a los cuales sirven como vehículo la radio, la prensa, la cinematografía y la televisión. La finalidad del propagandista es ejercer influencia en la actitud de las masas en puntos que están sometidos a la propaganda y que son objeto de opinión".
Vinculada estrechamente con la publicidad está la propaganda política, pues después de las dos guerras mundiales con este tipo de propaganda, se pasó a una euforia publicitaria. Es bien cierto que la confección de carteles y mensajes radiofónicos en especial, mejoró considerablemente.
La publicidad ya no se limita a informar de la existencia de un producto determinado, sino que trata de crear necesidades.
La información se diferencia de la propaganda por su de pendenciosidad o de ideología, no pretende convencer. En el campo informativo existe la información tendenciosa: cuando se da a conocer un hecho omitiendo algún aspecto para resguardar algunos intereses. Muchas veces se narran hechos pero de modo tal que favorece ante la opinión pública la situación de uno de los participantes.
La publicidad puede llegar a ser nociva cuando su objetivo apunta a crear artificialmente necesidades de bienes superfluos o encarece los costos de producción con onerosas campañas que tienden a promocionar artículos competitivos que tienen mucho menos diferencias entre sí que las que sus promotores intentan hacer creer al público.
Es el caso del Nazismo alemán (1933-1945) del fascismo italiano (1922-1943) o del comunismo soviético ruso desde 1917. En estos regímenes se eliminó la libertad de expresión y los medios de comunicación quedaron bajo control o en posesión del Estado, dominado, a su vez, por un partido único.
Los publicitarios emprendieron nuevas técnicas para manipular al consumidor y apelar a sus reportes más hondos. Especialista en psicología, sociología y antropología aportaron sus conocimientos para afinar la puntería del vendedor.
La propaganda no se dirige a la razón, sino a la emoción, procura influir emocionalmente sobre los sujetos, para someterlos luego también desde el punto de vista intelectual. Esta forma de propaganda influye sobre el cliente acudiendo a toda clase de medios que son esencialmente irracionales, no tienen nada que ver con la calidad de la mercadería y debilitan o matan la capacidad crítica del cliente, como podría hacerlo el opio o en estado hipnótico absoluto.
La publicidad está relacionada con la propaganda pues emplea técnicas similares: una suele inspirarse en la otra. La diferencia está en que la publicidad se refiere más específicamente a lo económico: trata de vender un determinado producto.
La propaganda es esencialmente política, la publicidad, esencialmente comercial.
Ambas serán moralmente aceptadas o repudiables, según los fines que persigan y los medios que empleen.